Cómo enseñar a los niños a gestionar sus emociones

La gestión emocional es una habilidad esencial que, cuando se trabaja desde que somos niños, nos ayuda a crecer,  desarrollarnos y relacionarnos de forma más sana.

A continuación, os explicaré la importancia de enseñar a los niños a entender y regular sus emociones y os mostraré estrategias prácticas para poder fomentar una inteligencia emocional saludable.

La importancia de la gestión emocional en los niños

Los niños, al igual que los adultos, sienten muchísimas emociones, pero a diferencia de nosotros, no cuentan con las herramientas necesarias para manejarlas de forma adecuada.

Aquí es donde entra en el aprender a gestionar nuestras emociones de manera que podamos conectar con ellas de forma adecuada.

¿Por qué es crucial que los niños aprendan a gestionar sus emociones?

Aprender a identificar y expresar las emociones desde una edad temprana permite a los niños evitar comportamientos impulsivos y reacciones exageradas en sus relaciones.

Por lo tanto, la incapacidad para regular sus emociones puede conducirles a dificultades en sus relaciones sociales, en su rendimiento académico y, a largo plazo, en su salud mental.

En conclusión, cuando contamos con una buena gestión emocional a la vez desarrollamos nuestra empatía, autorregulación y habilidades interpersonales que nos ayudarán a tener una salud mental fuerte y sana.

Los beneficios de una buena inteligencia emocional a lo largo de la vida

“Todo lo que hacemos, sentimos y gestionamos en nuestra infancia afecta directamente a nuestra salud mental de adultos”

La inteligencia emocional no solo mejora el bienestar emocional en la niñez, sino que también sienta las bases para una vida adulta equilibrada.

Los niños que aprenden a gestionar sus emociones tienden a ser más resilientes frente a los desafíos, a resolver conflictos de manera constructiva y a construir relaciones sanas.

Me gustaría también enfatizar que una de las mayores preocupaciones de los padres es el desarrollo de trastornos del ánimo o ansiedad en sus hijos, por no saber cómo gestionar situaciones diarias.

En consulta siempre comento lo importante que es enseñarles a gestionar,  entender y expresar. Nosotros hemos de ser su modelo en el presente para que sepan manejarse en el futuro.

Estrategias para ayudar a los niños a entender y gestionar sus emociones

En terapia uno de los objetivos más importantes a la hora de trabajar en psicología infantil, es ayudar a los niños a comprender lo que sienten y por qué lo sienten. Esto es fundamental para que puedan empezar a gestionar sus emociones de manera adecuada. 

Además también les ayudamos a poner palabras a lo que sienten para así potenciar la expresión emocional y facilitar el que puedan pedir ayuda si lo necesitan.

Identificación y etiquetado de emociones

Un primer paso crucial es enseñar a los niños a identificar y poner nombre a sus emociones. Esto implica ayudarles a distinguir entre diferentes sentimientos, como la tristeza, la rabia o la alegría, y darles las palabras adecuadas para expresarlo. 

Con los niños es importante utilizar herramientas más lúdicas y visuales para que les sea más fácil y divertido el aprendizaje.

Los padres pueden modelar esta práctica diciendo cosas como «Veo que estás frustrado porque tu juguete no funciona» o «Parece que estás contento porque hiciste un buen trabajo». De nuevo recordar la importancia de ser modelos para ellos. 

A menudo creemos que en el colegio o en terapia ya se trabaja lo suficiente emocionalmente y perdemos de vista que en casa es el lugar para ellos de más aprendizaje, ya que idolatran a sus padres, y eso hará que sean el modelo perfecto a copiar.

Herramientas prácticas para enseñar la gestión emocional en casa

Hay múltiples formas para ayudar a los niños en casa a aprender sobre sus emociones y gestionarlas.  Usar juegos, cuentos o actividades lúdicas puede ser una forma efectiva de abordar las emociones de manera comprensible para los más pequeños. 

Además, las técnicas de respiración profunda o las pausas de calma pueden enseñarles a gestionar momentos de estrés o enfado.

En el artículo de hoy os dejo un ejemplo muy eficaz:

La Caja de las Emociones es una herramienta efectiva para que niños y adultos puedan gestionar sus emociones en familia de forma autónoma y práctica.

¡Os explico cómo ponerla en práctica!

Vais a necesitar:

• Una caja. Según la edad puede que se animen a decorarla a su gusto
• Tarjetas de emociones (felicidad, tristeza, enfado, miedo, sorpresa).
• Objetos relajantes: pelotas antiestrés, arena mágica, plastilina o burbujas.
• Herramientas de gestión: ejercicios de respiración en tarjetas, un cuaderno para dibujar o escribir, mandalas para colorear.

¿Cómo se utiliza la caja?

Paso 1: Identificar  la emoción: Cuando alguien se siente alterado, elige una tarjeta que represente su emoción actual. Esto facilita la identificación y normalización de los sentimientos.

Paso 2: Aplicación de la herramienta: Según la emoción, selecciona un objeto relajante o una Herramienta de gestión.

Paso 3: Reflexión: Después de usar la caja, es importante escribir o dibujar cómo os sentís, reforzando la autorregulación y fomentando la autocomprensión.
Esta técnica ayudará a los más pequeños (y adultos)  a potenciar su independencia y gestión de sus emociones, además promoverá su expresión y comprensión emocional y les mostraremos herramientas para ayudarles.

Cómo crear un entorno familiar que apoye la gestión emocional

Un entorno familiar adecuado es importante para fomentar una buena gestión emocional en los niños. Recordemos que somos un modelo para nuestros hijos y el hecho de que nosotros también podamos gestionarnos y regularnos es clave, además de ofrecerles un lugar cómodo y seguro para que ellos puedan hacer lo mismo en nuestra compañía.

La importancia de un ambiente seguro y acogedor

Los niños necesitan sentirse seguros para poder expresar lo que sienten sin miedo a ser juzgados. Un entorno donde se validan sus emociones, independientemente de si son positivas o negativas, les ofrece la confianza necesaria para aprender a gestionarlas.

Si en algún momento invalidamos su emociones, les enseñamos a pensar que sus opiniones o necesidades no son importantes, y por lo tanto estaremos potenciando que se valoren poco.

Comunicación abierta: cómo hablar de emociones con tu hijo

Fomentar una comunicación abierta y honesta sobre las emociones es básico.

¿Qué significa?

Es importante no solo estar disponible para escuchar, sino también animar a nuestros hijos a hablar sobre lo que sienten y necesitan. Preguntarles cómo ha ido su día o qué les ha hecho sentir tristes o felices puede favorecer conversaciones profundas que les ayuden a expresar y comprender sus emociones, además de darles la importancia que merecen.

¡No olvidéis guardaros un ratito cada día para hablar y compartir!

Técnicas efectivas de regulación emocional para niños

La regulación emocional no es una habilidad que se desarrolle de un día para otro, pero hay técnicas que podemos enseñarles y así facilitar este proceso.

Métodos de regulación emocional adaptados a diferentes edades

Es importante tener en cuenta que ofreceremos diferentes métodos según la edad de los niños. Aquí os facilito algunos ejemplos de métodos de regulación emocional adaptados a diferentes edades:

1. Niños/as pequeños (3-6 años)

• Respiración divertida: Haz que soplen burbujas o respiren como un dragón.
• Rincón de la calma: Un espacio tranquilo con peluches, libros, y herramientas calmantes.

2. Niños/as más mayores (7-12 años)

• Diario emocional: Escribir o dibujar sus emociones.
• Tarjetas de emociones: Usar tarjetas con estrategias específicas según la emoción. (aquí podríamos aplicar la caja de las emociones).

3. Adolescentes (13-18 años)

• Ejercicios de mindfulness: Meditación guiada
• Journaling: Escribir reflexiones y expresar emociones sin censura.
• Reestructuración cognitiva: Cuestionar pensamientos negativos.

¡Si queréis adaptaros a cada etapa del desarrollo y promover la independencia en la gestión emocional, os invito a ponerlos en práctica!

Ejercicios para enseñar autorregulación emocional

Los ejercicios de respiración profunda y las técnicas de visualización son muy efectivas para que los niños aprendan a calmarse en momentos de alta intensidad emocional.

Vamos a explicar otra técnica que os puede ser muy útil:

¡El semáforo de las emociones!

Una herramienta visual y práctica para ayudar a niños (y a veces a adultos) a reconocer, gestionar y regular sus emociones. Utilizamos los tres colores del semáforo (rojo, amarillo y verde) para representar diferentes estados emocionales:

• Rojo: Emoción intensa (como ira o tristeza profunda). Representa un momento para detenerse y calmarse.
• Amarillo: Emoción moderada, el niño o niña puede sentir ansiedad o frustración. Les invitamos a pensar antes de actuar.
• Verde: Estado tranquilo y de bienestar emocional, es el momento de invitarles a pensar, tomar decisiones y actuar.

El papel del ejemplo: Modelando una buena gestión emocional como padres

Los niños aprenden mucho observando el comportamiento de los adultos, y cuando estamos trabajando  gestión emocional es algo esencial.

Cómo los niños aprenden observando a sus padres

Los padres son los primeros modelos emocionales de los niños. Cuando nosotros gestionamos bien nuestras  propias emociones, los niños observan y aprenden a hacer lo mismo. Demostrar cómo se pueden manejar el enfado, tristeza o la frustración de manera saludable es fundamental.

Situaciones cotidianas donde puedes mostrar habilidades emocionales positivas

Los momentos de frustración en el día a día, como cuando algo sale mal o surgen conflictos familiares, son oportunidades para mostrar cómo se puede manejar el estrés con calma.

Aprovecha ese momento para explicarle a tu hijo o hija lo que estás sintiendo y cómo lo puedes gestionar, de esta forma le ayudas a comprender cómo hacer lo mismo y por lo tanto le será más fácil ponerlo en práctica.

Reforzando el comportamiento positivo

Un básico a la hora de enseñar a gestionar emociones a los más pequeños es reforzando sus conductas positivas.

La importancia del refuerzo positivo en el desarrollo emocional

Elogiar a los niños cuando gestionan bien sus emociones refuerza este comportamiento.

Hablaremos entonces del refuerzo positivo. 

Ofrecer refuerzo positivo a los niños implica reconocer y elogiar sus esfuerzos y comportamientos positivos, no solo sus resultados.

Os explico algunas de las formas más efectivas:

1. Elogios específicos: En lugar de decir solo “bien hecho,” indica qué ha hecho bien: “¡Has sido muy amable compartiendo tus juguetes!”
2. Refuerzo tangible: Utiliza pegatinas o puntos por comportamientos positivos, acumulables para premios pequeños a corto y medio plazo.
3. Tiempo de calidad: Premia su buen comportamiento pasando tiempo juntos en actividades que les gusten.
4. Refuerzo verbal y gestual: intenta utilizar palabras y gestos (como un abrazo) para mostrar amor en situaciones donde te sientes bien por su comportamiento positivo.

Ideas para elogiar y motivar a tu hijo en su progreso emocional

Comentarios como «Me gustó cómo mantuviste la calma cuando te sentías frustrado» o «Qué bien que expresaste cómo te sentías en lugar de enfadarte y chillar» ayudan a los niños a sentir que sus esfuerzos son valorados.

Aquí te facilito algunas ideas para elogiar y motivar a tu hijo/a en su desarrollo y gestión emocional:

1. Reconoce el esfuerzo: “Has intentado calmarte cuando estabas enfadado. ¡Eso es un gran avance!”
2. Elogia su empatía: “Fue muy amable de tu parte consolar a tu amigo. Eres muy comprensivo.”
3. Valora su autorregulación: “Hoy gestionaste muy bien tus emociones en una situación difícil. Estoy orgulloso/a de ti.”
4. Refuerza su paciencia: “Sé que esperar ha sido difícil, ¡pero lo lograste! Cada día eres más fuerte.”
5. Premia su autocuidado: “Es muy positivo que te puedas tomar un tiempo para relajarte, eso demuestra mucha madurez.”

¿Cuándo considerar ayuda profesional?

A veces, los niños necesitan apoyo adicional para gestionar sus emociones.

Indicadores de que tu hijo podría necesitar apoyo adicional

Si tu hijo muestra conductas extremas de ansiedad, tristeza o ira durante un período prolongado, o si tiene dificultades para gestionar las emociones a pesar de los esfuerzos en casa, puede ser hora de buscar apoyo profesional.

Suelo recomendar ayuda  de un psicólogo infantil, para trabajar el desarrollo emocional de un niño o niña, cuando observamos los siguientes indicadores:

1. Observamos que hay dificultad a la hora de regularse emocionalmente: Si el niño o niña tiene arrebatos, tristeza o ansiedad intensa que no mejoran con el tiempo o con apoyo en casa.
2. Impacto en el día a día: Las emociones negativas afectan en su rendimiento escolar, sus relaciones sociales o su vida familiar.
3. Cambios de comportamiento: Suele mostrar conductas como retraimiento, agresividad o aislamiento.
4. Pérdida de interés o motivación: Ha dejado de disfrutar actividades que antes le gustaban y ahora se muestra desmotivado/a.

Si observas alguno de estos signos, un profesional puede ofrecer herramientas y orientación específicas para apoyar su desarrollo emocional de manera saludable.

El papel del psicólogo infantil en el desarrollo emocional

El psicólogo infantil desempeña un papel fundamental en el desarrollo emocional de los niños al proporcionar herramientas y técnicas que les ayudan a identificar, comprender y regular sus emociones de manera adecuada.

En nuestro centro además trabajamos de forma integral y en red, es decir nuestro trabajo incluye el niño, la familia y, en algunos casos, la escuela, para fomentar habilidades como la empatía, la resiliencia y gestión emocional.

Además, como psicólogos infantiles podemos identificar y abordar problemas emocionales anticipándonos y ayudando a crear un ambiente seguro donde el niño se sienta valorado, validado y apoyado en su crecimiento emocional.

Apoyo adicional a través de la terapia grupal infantil

La terapia grupal es una muy buena opción si nuestro objetivo es que los niños desarrollen habilidades emocionales en un entorno social.

Beneficios de la terapia grupal en la gestión emocional

La terapia grupal infantil ofrece muchos beneficios en el desarrollo emocional de los niños. A través del grupo, los niños pueden:

1. Aprender habilidades sociales: Interactúan con otros niños de similar edad a la vez que mejoran su capacidad de comunicación, empatía y resolución de conflictos.
2. Sentir apoyo emocional: El hecho de saber y ver que otros niños y niñas experimentan emociones similares, hace que se sientan identificados y reduce su sensación de aislamiento en relación a los demás.
3. Practicar la autorregulación en grupo: Aprenden a gestionar sus emociones en un entorno seguro y guiado.
4. Incrementar la autoestima: Al compartir logros y recibir apoyo, aumentan la confianza en sí mismos.

Cómo la terapia grupal complementa el trabajo en casa

Siempre tenemos que tener en cuenta que la terapia grupal infantil para la gestión de emociones y habilidades sociales puede reforzar lo que se trabaja en casa, proporcionando más herramientas y perspectivas para que los niños desarrollen una inteligencia emocional fuerte y saludable.

Recursos adicionales para padres interesados en la gestión emocional

Hay una amplia variedad de recursos disponibles para todos aquellos que estéis buscando apoyar el desarrollo emocional de vuestros hijos de la mejor forma posible.

Cuentos, libros, juegos y actividades recomendadas

Aquí os facilito algunos de los cuentos y libros más utilizados cuando se trabaja el desarrollo emocional infantil y que creo que os pueden ser muy útiles:

1. «El monstruo de colores» de Anna Llenas – Un libro que ayuda a los niños a identificar y comprender sus emociones a través de un personaje entrañable.
2. «Tengo un volcán» de Miriam Tirado – Trata sobre la gestión de la ira y el autocontrol.
3. «EmocionArte» de Begoña Ibarrola – Explora diferentes emociones a través de obras de arte famosas.
4. «Respira» de Inês Castel-Branco – Enseña técnicas de relajación y mindfulness para niños.

También os facilito algunos juegos de mesa que podéis utilizar en familia para potenciar su desarrollo:

1. Emojimania: Los jugadores han de identificar emociones en diversas situaciones, lo cual mejora la empatía y el reconocimiento emocional.
2. Feelinks: Los participantes responden cómo se sentirían en diferentes contextos, promoviendo la autoexpresión y el respeto por los sentimientos de otros.
3. El monstruo de colores (el juego): Un juego basado en el cuento que ayuda a los niños a identificar y hablar sobre sus emociones.
4. Emotio: Los jugadores enfrentan situaciones que los llevan a reflexionar sobre cómo gestionar emociones difíciles.

Talleres y programas de apoyo emocional para padres y niños

Si estáis pasando por una situación complicada y os preocupa el desarrollo emocional de vuestros hijos, no dudéis en preguntarnos para que os podamos asesorar. 

Ofrecemos sesiones individuales de terapia o talleres específicos para padres o niños donde enseñamos técnicas prácticas de gestión emocional. 

Recordad que nosotros, los padres, somos una pieza clave en su aprendizaje y es por ello que estar asesorados y orientados es primordial.