Terapia de Sistemas de Familia Interna (IFS): Qué es, cómo funciona y sus beneficios

La Terapia de Sistemas de Familia Interna (IFS) es un enfoque terapéutico que se usa cada vez más para tratar temas como la ansiedad, los conflictos internos y el trauma, mediante la conexión con nuestro sistema interno y nuestras emociones.

Si estás buscando una terapia diferente, más profunda y respetuosa con tu mundo interior, aquí encontrarás una pincelada de lo que es este tipo de intervención y cómo puede ayudarte a reconectar contigo mismo/a desde un lugar más comprensivo y amable.

¿Qué es la Terapia de Sistemas de Familia Interna (IFS)?

La Terapia de Sistemas de Familia Interna (IFS) nos ayuda a entender mejor cómo funciona nuestra mente.

Para este enfoque estamos construidos por diferentes partes, y estas partes corresponden a nuestros pensamientos, emociones y reacciones.

Cada una de estas partes tiene algo que decirnos y todas son necesarias, por eso es importante que las escuchemos, sin juzgarlas y busquemos soluciones que nos ayuden a sentirnos mejor con nosotros mismos, al igual que a disfrutar de una vida más plena.

Origen y desarrollo

El modelo IFS fue creado en los años 80, por Richard Schwartz. Schwartz trabajaba como terapeuta y se dio cuenta  de que muchas personas no superaban sus dificultades solo tratando los  síntomas y empezó a investigar la mente humana. No quiere patologizar las situaciones, sino entenderlas y aceptarlas.

Con el paso del tiempo la terapia IFS ha ido creciendo y se ha ido abriendo paso en el mundo de la psicología.

Gracias a sus buenos resultados, cada vez más terapeutas lo aplican para ayudar a sus pacientes a encontrar la paz y el equilibrio que necesitan para tener una vida más plena.

¿Cómo funciona este enfoque terapéutico?

Uno de los pilares de la Terapia de Sistemas de Familia Interna (IFS) es la idea de que la mente no es un todo homogéneo, sino un sistema de partes internas.

Cada parte tiene una función, unas intentan protegernos, otras cargan con heridas del pasado, y todas ellas, forman nuestro sistema interno.

Si estas partes «se llevan bien» todo va bien, pero cuando intentan «pelear» unas con otras, llegan las dificultades.

En vez de eliminar síntomas o emociones, esta terapia nos anima a escuchar a cada parte con curiosidad y amor, permitiendo que se exprese y sane.

Diferencia entre IFS y otras terapias psicológicas

La IFS se diferencia de otras terapias como la  cognitivo-conductual o el psicoanálisis en la manera que trata los problemas.

  • La terapia cognitivo-conductual nos ayuda a cambiar nuestros pensamientos y nuestra forma de comportarnos.
  • El psicoanálisis explora el pasado para entender el presente.
  • La IFS se enfoca en las diferentes partes que forman nuestra mente. Busca integrar estas partes, incluso las que nos hacen daño,  para que vivan en armonía y hagan las paces. De esta manera podremos vivir en equilibrio, sin tener que «eliminar» lo que sentimos.

Las partes internas y su función

Este enfoque terapéutico cree que estamos construidos por diferentes «partes». Cada una de estas partes tiene algo que decirnos y todas son necesarias porque nos aportan alguna cosa.

Estas partes pueden ser emociones, pensamientos o formas de actuar que están relacionadas con lo que hemos vivido.

Por otro lado, algunas de estas partes nos hacen daño porque están relacionadas con heridas del pasado, otras nos protegen del peligro, como cuando nos volvemos exigentes con nosotros mismos o evitamos enfrentarnos a los problemas.

¡Vamos a ver en detalle las diferentes partes!

ifs terapia sistema familia interna

Partes exiliadas

Son aquellas donde guardamos nuestras heridas emocionales del pasado, nuestros traumas y el dolor no resuelto.

Estas partes son muy sensibles y nos hacen sentir vulnerables.

Normalmente, para protegernos, las ignoramos o intentamos alejarnos de ellas, pero siguen ahí y afectan a nuestra vida.

Partes protectoras/administradoras

Son los mecanismos de defensa que crea nuestra mente para protegernos del dolor emocional que nos producen las partes exiliadas.

Estas partes controlan aspectos de nuestro comportamiento: la autoexigencia, el perfeccionismo o la evitación.

De esta manera, nos mantenemos a salvo y evitamos el sufrimiento.

Partes bombero

Entran en acción cuando el dolor emocional se vuelve muy intenso. Su función es intentar «apagar» ese dolor.

El problema de estas partes bombero es que para «apagar» el dolor utilizan recursos poco saludables (las conductas impulsivas, las adicciones, la ira o la evitación emocional) que, a la larga, nos pueden causar problemas.

El Self como centro del equilibrio interno

El Self es nuestra parte sabia, auténtica, tranquila y la que nos aporta el equilibrio que necesitamos para tener una vida plena.

Es la esencia de la persona, su parte más profunda, no está dañada, es nuestra parte segura, no juzga y no tiene miedo.

Su función es guiar a las otras partes cuando «están peleadas» y mediar entre ellas para que vuelvan a «llevarse bien». Cuando estamos conectados con él, podemos escuchar a estas partes desde la calma, la tranquilidad y la comprensión.

Es como el adulto interior que puede acoger con ternura a cada emoción o pensamiento que aparece.

Todos tenemos un Self. A veces lo vemos nublado por el dolor o el estrés, pero siempre está ahí.

Con práctica y acompañamiento, podemos volver a conectarnos con él, que sabe cómo cuidar, sanar y acompañar a nuestras partes con amor.

¿Qué es el Self según Richard Schwartz?

Cómo hemos comentado hasta ahora, según Richard Schwartz, el self es nuestra parte equilibrada, nuestra parte auténtica y la que guía todas las otras partes.

Podríamos decir que funciona como un líder sabio y compasivo, no juzga ni pelea contra lo que sentimos o pensamos.  Además nos ayuda a comprendernos y a sanar nuestras partes dañadas.

Las 8 C’s del Self

El Self se compone de 8  características, que lo convierten en un guía que nos orienta a la hora de  tomar decisiones.

Estas características son:

  1. La compasión: Esta característica nos ayuda a entender y  aceptar nuestras emociones, sin juzgarlas.
  2. La claridad: nos permite ver las situaciones desde un punto de vista más sano y nos ayuda a entender lo que sentimos y lo que necesitamos. 
  3. La confianza: nos invita a creer en las capacidades y habilidades que tenemos cada uno de nosotros para hacer frente a las diferentes situaciones que hemos de gestionar.
  4. La calma: Nos ayuda a poder estar  tranquilos incluso en las situaciones difíciles. 
  5. La creatividad: Una característica que nos permite  resolver nuestros problemas de formas diferentes, ser flexibles.
  6. El coraje: nos ayuda a afrontar nuestros miedos y los nuevos retos, con valentía. 
  7. La conexión: Se refiere a la acción de hacer posible que empaticemos con otras personas. Eso nos conecta y equilibra.
  8. La curiosidad: nos referimos al deseo de acercarnos a lo que sentimos, sin juzgarnos, para entendernos mejor. 

¿Cómo el IFS ayuda a que el Self tome el liderazgo?

El objetivo de este nuevo enfoque terapéutico es fortalecer y potenciar nuestro self, ayudarle a que guíe nuestra mente.

A lo largo de la terapia, se trabaja para: 

  • Escuchar a nuestras partes internas
  • Entender cuáles son sus necesidades
  • Enseñar al Self a guiar a estas partes desde el respeto y el sentido común.
  • Crear un equilibrio interno para obtener bienestar y por lo tanto conseguir estar bien con nosotros mismos.

Cómo se aplica esta psicoterapia

La terapia se aplica a través de un proceso de autoexploración, con el que se ayuda a la persona a identificar y sanar las partes internas de su mente.

¿Alguna vez has notado que tus emociones o tus pensamientos parecen estar en desacuerdo? 

¡Tranquilo/a!, Puede ser que te haya ocurrido y no es nada raro.

En el enfoque de la IFS, entendemos que nuestras emociones y nuestros pensamientos pueden estar en conflicto.

Este tipo de abordaje resulta especialmente útil para personas que han vivido situaciones difíciles en el pasado y que buscan una alternativa terapéutica profunda y respetuosa, como ocurre también con la terapia EMDR, muy eficaz para el tratamientos de traumas emocionales.

Fases del proceso terapéutico

El enfoque terapéutico en IFS se compone de tres partes:

  1. Identificación de las partes internas 

En esta primera fase, lo que hacemos es ayudar a la persona a reconocer las diferentes partes que componen su mente. Después de que las haya identificado empezará a entender cómo estas partes influyen en su comportamiento, sus pensamientos y sus emociones.

  1. Diálogo con las partes 

El siguiente paso es aprender a hablar y escuchar a estas partes, sin juzgarlas.

Cuando entendemos qué función tiene cada una de ellas, por qué están ahí, empezamos a tratarlas con compasión y comprensión, en vez de verlas como un peligro.

  1. Reintegración del sistema interno 

El objetivo de esta fase es dejar que esa parte de nosotros, que ya sabe lo que necesita para estar bien, tome el control.

La idea es que las diferentes partes que forman nuestra mente, trabajen en equipo y se apoyen, para que nos podamos sentir en paz y en equilibrio.

beneficios terapia ifs

Ejemplo de sesión con IFS

En nuestro centro utilizamos mucho el IFS para trabajar situaciones difíciles de gestionar para los pacientes, pero que son muy comunes.

Os voy a explicar el caso de Andrea, mujer de 32 años que viene a terapia por ansiedad y dificultades para relajarse.

Al empezar la sesión con esta técnica lo primero que le preguntamos es lo siguiente:

  • Psicóloga:  ¿Qué parte de ti está llevando el timón en este momento? 
  • Andrea: Siento una parte nerviosa y no me deja descansar. Siempre me dice que tengo que estar haciendo cosas. 

Nos parece muy importante que Andrea haya podido conectar con esa parte, así que pasaremos a la siguiente fase, a explorarla:

  • Psicóloga:  ¿Puedes notar dónde sientes a esa parte en tu cuerpo? 
  • Andrea: Sí. La siento como un nudo en el pecho. 
  • Psicóloga: Pregúntale a esa parte ¿qué teme que pase si deja de presionarte? 
  • Andrea: Me dice que, si me relajo, todo se vendrá abajo. Que perderé el control.» 

En ese momento la psicóloga guía a Andrea y la invita a observar esa parte desde la curiosidad y sin juzgarla, a diferencia de lo que está haciendo hasta ahora.

Andrea empieza a sentir compasión por ella, reconoce que esa parte ha estado intentando protegerla desde su infancia, una época de mucha exigencia.

Cuando hemos trabajado con esta parte, Andrea consigue ver esa parte no como un enemigo, sino como una protectora antigua que necesita sentirse segura.

Termina la sesión mucho más tranquila y dispuesta a dialogar con sus otras partes, en lugar de luchar contra ellas.

Beneficios de la Terapia de Sistemas de Familia Interna

La Terapia de Sistemas de Familia Interna es una herramienta muy útil que ha demostrado ayudar a las personas en muchos aspectos de su vida:

  • Mejora el autoconocimiento: ayuda a identificar y comprender nuestras partes internas (emocionales, protectoras, heridas, etc.). Reducción de la autocrítica: nos enseña a relacionarnos de una manera más compasiva con nosotros mismos.
  • Produce una sanación emocional profunda: permite trabajar con heridas del pasado de forma segura y respetuosa. Si quieres seguir profundizando en esta línea, puedes leer nuestro artículo sobre cómo superar un trauma emocional, donde explicamos otras estrategias terapéuticas eficaces.
  • Fortalece el Self: enseña a nuestro self a tomar decisiones desde la calma y la claridad emocional.
  • Mejora el bienestar general: disminuye la ansiedad, el malestar interno y mejora la estabilidad emocional.
  • Ayuda a resolver conflictos internos: facilita que las partes internas que estan en conflicto, se entiendan y «hagan las paces».
  • Es aplicable a múltiples problemáticas: es efectiva para tratar el trauma, la ansiedad, la autoestima, las relaciones interpersonales, la toma de decisiones, etc.
  • Ofrece un enfoque respetuoso y no invasivo: se adapta al ritmo de la persona y no fuerza procesos para los que aún no está preparada.

Reducción del conflicto interno y autocrítica

El IFS fomenta la comprensión en lugar de la lucha interna.

Esta es sin duda la esencia, que nos ayuda a dejar de luchar con nuestras partes internas, y nos lleva a aceptarlas y comprenderlas.

También nos enseña a reducir el conflicto interno, disminuir nuestra voz crítica y vivir en paz con nosotros mismos.

Cuando aprendemos a escuchar y entender estas partes, podemos relacionarnos de una forma más amable y equilibrada con nosotros mismos y es por ello que nos lleva a reducir nuestro estrés y por lo tanto nos proporciona calma emocional en nuestra vida cotidiana.

Conexión con uno mismo y toma de decisiones alineadas con los valores personales

Al trabajar con este nuevo modelo terapéutico , las personas aprenden a conocerse mejor y esto les permite:

  • Tomar decisiones más conectadas con sus valores y sus objetivos.
  • Fortalecer la conexión con uno mismo y relacionarse de una forma sana.
  • Disfrutar de una vida más plena, porque se reduce la autocrítica y el conflicto interno.

aplicaciones ifs terapia transtornos

Aplicaciones del IFS en distintos trastornos psicológicos

  • Traumas: los traumas que vivimos a lo largo de nuestra vida, nos generan heridas. Esta técnica ayuda a sanar esas partes heridas y nos ayuda a procesar ese dolor de una forma saludable.
  • Ansiedad: El IFS es útil para tratar las partes internas relacionadas con el miedo y la inseguridad. Esto nos permite tener un mayor equilibrio emocional.
  • Depresión: trabaja con las partes relacionadas con la desesperanza y la desmotivación.
  • Problemas de autoestima: este tipo de intervención ayuda a sanar las partes criticas e inseguras.

Uso del IFS en terapia individual y de pareja

El IFS se puede usar tanto para terapia individual como en terapia de pareja.

  • En terapia de pareja, mejora la comunicación y ayuda a entender mejor las necesidades del otro.
  • En terapia individual ayuda a identificar las distintas partes internas y a resolver los conflictos entre ellas

¿Cuáles son las principales críticas al IFS?

Una de las principales críticas al enfoque IFS es que no hay suficiente evidencia científica que avale su efectividad.

Al ponerlo a la práctica desde su creación, muchos pacientes han obtenido resultados positivos después de someterse a esta terapia, especialmente aquellos que sufrían traumas y conflictos internos, pero aún faltan investigaciones y estudios sólidos que nos digan si verdaderamente es tan efectiva como se ha comprobado en la consulta.

Sin embargo, aunque falte mucho por estudiar y avalar, para nosotros, la IFS sigue siendo un enfoque valioso en la terapia psicológica, especialmente por su capacidad de fomentar la autocompasión y la aceptación de las emociones.

Falta de estudios empíricos sólidos

Aunque los primeros resultados son buenos, aún faltan estudios rigurosos que comprueben y respalden estos beneficios que se han obtenido en consulta.

Para dar por bueno un tratamiento, la ciencia necesita tiempo, pruebas rigurosas y evidencia clara.

Es muy importante hacer más estudios que nos digan si la IFS funciona realmente, si es seguro aplicarla y en para que casos concretos es eficaz.

Dificultades para aplicarlo sin un terapeuta experimentado

A algunas personas les puede costar conectar y trabajar con sus partes internas sin un terapeuta que los guíe.

Conversar con nuestras partes emocionales no es algo sencillo ni a lo que estemos acostumbrados, por eso es muy importante tener el acompañamiento adecuado.

Sin tener un buen guía este proceso puede ser difícil, el paciente puede sentirse perdido y le puede costar encontrar el camino correcto.

No es una terapia rápida

El IFS no es una solución inmediata, sino que requiere paciencia y esfuerzo para hacer un buen trabajo de autoconocimiento y ver cambios significativos en nuestra mente y nuestras emociones.

Los cambios en nuestras emociones y nuestra mente, no son rápidos porque el trabajo de introspección que tenemos que hacer ha de ser contínuo y cogido desde la calma y la paciencia.

La transformación se consigue poco a poco y depende de lo comprometida que esté la persona y la confianza que tenga en el proceso.

¿Es la terapia IFS adecuada para ti?

Quizá esta terapia sea adecuada para ti porque parte de una idea muy humana: dentro de ti viven diferentes partes, cada una con su historia, emociones y formas de protegerte.

A veces esas partes entran en conflicto, y IFS te ayuda a entenderlas, escucharlas y calmarlas, sin juzgarlas.

Es una terapia que no fuerza el cambio, sino que lo acompaña con compasión. Si sientes que hay emociones intensas que no comprendes o reacciones que no sabes de dónde vienen, este enfoque puede darte claridad.

El IFS no se centra solo en “lo que está mal”, sino en ayudarte a reconectar con tu yo más auténtico. No necesitas “arreglarte”, sino descubrir que ya tienes dentro todo lo que necesitas.

Por eso, si buscas una forma de sanar sin pelear contigo, este modelo puede resonar contigo. En nuestro centro de psicología en Granollers, te acompañamos a encontrar el enfoque terapéutico que mejor se adapte a ti, respetando tu ritmo y tus necesidades emocioanles.s

psicologa granollers
Terapeuta de adultos, infantil y pareja at  | Website

Colegiada 20921
• Licenciada en psicología en Universidad de Barcelona.
• Master en Terapia Cognitivo-social. Especialización en Infancia y Adultos en Universidad de Barcelona.
• Postgrado en atención temprana y psicomotricidad en la Universidad de Nebrija.
• Especialización en TREC (Terapia Racional Emotiva).
• Especialización en Terapia Breve Estratégica (TBE).
• Especialización en terapia de pareja por la Universidad de Barcelona y centro Dendros.
• Terapeuta de adultos, infantil y pareja.

Rellena el formulario y nos ponderemos en contacto contigo